Creo que las personas pueden ser maravillosas pero rara vez lo creo de la gente, los agregados suelen ser versionas más chafas.
Por correo me llego una invitación para liberar el servicio social. Yo ya estoy titulado pero la actividad sonaba interesante: asistir a una reunión de ONG's así que me inscribí. Después de unos cuantos correos me avisaron lo que debía hacer y que empacara ropa para un fin de semana, en un lugar calido.
Al llegar al punto de reunión recordé algunas excursiones de la escuela. Los camiones, la gente, las despedidas, las maletas... claro que aquí sólo conocía a quienes me contrataron y a mis compañeritas de trabajo. El viaje a través de la ciudad fue un desastre, como siempre. El lugar donde fue la reunión esta hermoso.
En la noche empezaron las actividades de integración. Ya cuando todos estábamos en confianza fuimos a cenar y a dormir para estar listos al otro día. El otro día fue frenético; hacer, hacer y hacer cosas. Aunque fue pesado no lo sentimos y la pasamos bien. Fueron -creo- 3 días intensos, empezábamos en la mañana y golpeábamos el colchón pasada la medianoche.
Conocí a gente impresionante. Personas con proyectos motivantes y que mejorar una parte de este mundo para todos. Ellos, a pesar de enfrentar problemas siguen adelante. Lo intentan una y otra vez, de una forma, luego de otra y una más de una manera nueva. Viven sus valores que son tan arraigados y firmes que lo que normalmente parecería una exageración o una conclusión lógica sin sentido es algo que no podría ser de otra forma y menos ser mejor.
Me alegro mucho, mi alma descanso y se alegro. Incluso mi corazón recobró parte de la esperanza perdida y mi cerebro se calló. Ahora es posible que regrese a mi rutina diaria.