Hoy me pidieron la renuncia, hoy la firme.
Ya no tendré que ir a esa oficina donde me sentía como imagino sería en los peores tiempos de la Cheka.
Ya no veré a la chica del trabajo. Ya no me hará el día ni lo tornara horrible. Últimamente he pensado que sobrelleve el ambiente en la oficina porque pensaba en ella, porque esta obsesión me hacia ignorar ciertas cosas y enfocarme sólo en el trabajo hasta la hora de la salida.
Sin los constantes reforzadores positivos y negativos de esta chica podré entrar en periodo de duelo y superarla.
Esa renuncia me libero
[Debo admitir que la terca esperanza que vive en mi espera que la chica del trabajo decida empezar algo conmigo ahora que ya no seremos compañeros. Ella dice que sólo es improbable mientras la razón dice que es imposible]
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