miércoles, diciembre 03, 2014

Cuando no le agradas a alguien de una organización pero otras personas tienen una opinión diferente...

Creo que uno de los problemas con el trabajo que actualmente estoy terminando es que no tengo una trayectoria profesional muy larga ni he publicado nada al respecto. Aunque llevo estudiando y trabajando en el tema desde el 2009.

Así que cuando le presente lo realizado a alguien que no se tomo la molestia en preguntarme, no le gusto.

Cuando le presente la misma idea a su jefa use las definiciones de su organización, las cuales no pudieron reconocer. Por supuesto, la primer persona siguió con su cara de "ya te había dicho que esta mal, ¿por qué persistes?"

Pero otra persona de la misma organización me llamo para moderar una mesa de intercambio de experiencias porque soy un experto en el tema. Así que por supuesto me sentí mejor.

Creo que hice un buen trabajo: promoví el intercambio de ideas entre la audiencia y los panelistas, facilite la parte de preguntas-y-respuestas y, siento, que hice unos comentarios que unían las diferentes experiencias y colocaban cierto contexto a lo dicho por los panelistas. Creo que debí haber hablado un poquito más pues deje fuera una idea que había marcado en mis notas y debí haber hecho una pregunta.

Me gusto mi participación pero me encantaría tener comentarios confiables. Por lo apurado del evento y la relativa desorganización de quienes estaban a cargo, no hubo espacio para ello. Dado que sólo era un moderador, el que no me hayan buscado después para preguntarme cosas como a los panelistas me parece natural por lo que no lo considero alguna clase de feedback.

Es aquí cuando extraño a los maestros que te decían: "Lo hiciste mal" o "Lo hiciste bien". Y más a aquellos que te decían la razón detrás de la frase que usaron.

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