sábado, octubre 14, 2006

Gorilita...

Hoy me mando un mensaje para vernos. Fui, sí sé porque. Como siempre me hizo esperar y salio y parece que era genuina su alegría por verme. Fuimos por dinero al cajero, de ahí a cenar… una larga y entretenida platica. Más cosas sobre las rusas, sobre su trabajo. Por mi parte fue contarle de un par de salidas con amigos y otras cosillas… chit chat, bater papo.

De repente ya era tarde así que nos dirigimos a su casa en la limosina naranja. Ahí unos cuantos besos luego se ella insinuó lo que quería con un “no hay place”. Entonces soltó la razón por la cuál estaba ahí después de tanto tiempo: le pusieron el cuerno. No, no fue el ruso (que según ella probablemente lo haga) fue otro. Resulta que ella si le aviso que tenía novio (el ruso) y el otro no le dijo nada pero este fin le dijo que no podría verla porque iría a ver a la ¿ex? novia. Entonces deduje el porque estaba ahí y el porque se había tardado en buscarme. Ella respondió contrariada “podrías por un momento dejar de analizar todo”, se descubrió a sí misma. A esas alturas ya me había roto, una vez más. Siguió la charla y unas preguntas después y ya envidiaba al nuevo galán, él hacía lo que yo deseaba esta noche. Mis deseos se hicieron no realidad, aunque igual y eran obvios y ello lo evito.

De repente se volteo a sacar su celular mientras se justificaba, una disculpa no pedida que no ayudaba a su causa. Era un mensaje y de repente se dio cuenta que me dio la oportunidad de leerlo por la posición que adopto y el tiempo en el que considero que contestaría. Estaba por moverlo y para indicarle que ya era tarde le dije “ya tienes plan para esta noche” –esa es una de sus quejas principales cada día del fin de semana–. Respondió “no, este mensaje no dice nada”. Para demostrarle su error mencione “gorilita no se me ocurrió y mira que si te puede quedar”. Una justificación más. Lo llamativo nada de esto era inesperado, eso de conocerla tiene efectos como este.
Por que me buscas, pregunte. Sí no lleno tus expectativas más importantes, sé que lleno otras, por qué.
Crees que soy una interesada contigo, que te busco por… y dijo muchas tonterías. Creo que me busca porque se nota que la quiero, que genuinamente quiero que sea feliz aunque eso no me involucre. Quiere que le suba el ego además parece que soy diferente a los demás y eso lo encuentra refrescante.

¿Cuánto daño me hago? Está vez fue mi culpa, yo decidí flagelarme. En camino a verla me sorprendió lo que estaba dispuesto a hacer por… De regreso me extraño que sólo pensara en eso cuando quiero todo el show. La amo pero ya no tiene redención posible y yo estoy tan jodido.

Me siento pequeño y menudo. Será un fin [de semana] muy solitario a pesar de una reunión familiar. Ahora mismo me gustaría que la soledad fuera física también.

3 comentarios:

Nameless dijo...

Quizá es tiempo de que dejes de hacerte daño y empiezes a buscar tu propia felicidad.

No caigas en la dinámica de la víctima.

Don Pero dijo...

Camarada, sí busco mi felicidad, en este texto la idea era felicidad de corto plazo y otra de mediano plazo.

Creo que me divierte explorar la idea de la victima así como la de la decepción amorosa.

Anónimo dijo...

Sugeriría la lectura de los autores rusos... pero no sé.