martes, octubre 04, 2005

Corto viaje en el metro...

Beeeep… se abren las puertas del metro y me apresuro a conseguir un asiento. Me senté. Frente a mi esta una chica de piel clara y cabello oscuro, con ojos esperanzados y boca radiante. Se despedía de alguien mientras le recordaba la próxima cita, al parecer una reunión…

De fondo The Doors, algunas notas de Love me two times. Entonces ella mueve la cabeza, sonríe y cierra los ojos… ¿qué pensara?, ¿qué recordara? Lo que sea, la hace feliz. Acaso algún recuerdo amoroso, tal vez cuando conoció a una persona que cambio su vida, quizá quien la hizo o hace feliz.

Puede ser que fuese una aventura:

Un lugar apenas iluminado, ruidoso con una atmósfera pesada. Ella bailando, brillando en ese espacio oscuro exorcizando lo pasado, la rutina. Unos tragos, unos cigarros, palabras… palabras mientras él entra. Nada excepcional, nada extraordinario pero tiene ese algo que llama su atención. Cruzan sus miradas, una sonrisa… ella camina hacia él, se contonea. No lo puede creer, nunca pensó hacer eso. Mientras, él esta visiblemente nervioso, busca un lugar donde sentarse pero no lo hace se queda de pie. Ahí… congelado… hipnotizado por ella. Sonidos de botellas y vasos que se encuentran, voces irreconocibles, frases y palabras inconexas… ruido de pies arrastrándose … Love me two times, girl. / I'm goin' away

Sólo 10 metros, ella los recorre velozmente pero para ambos esos segundos duran siglos. Se detiene frente a él, sonríe. ¿Tembló? sí, ¡tembló! La partida la ha ganado ella. Él abre la boca lentamente… sus labios dibujan lentamente, muy lentamente un “Hola”. No lo dice, no alcanza a pronunciarlo. Unos labios carnosos, con un brillo sensual en lugar del color de un labial lo callan. Lo atrapan… el mundo desaparece. Ese beso lo succiona a otro plano, lo transporta a un universo diferente. Ella tiene el control, el mando. Tomo al toro por los cuernos y esta disfrutando el momento, el resultado la llena… ¡Hooola! ¿Me permites a mi novio? [¿Un jalón?]. Ellos desaparecen pero sus amigas se materializan. Una mirada, una sonrisa, una sacudida de cabeza. Risas, risotadas, carcajadas, más risas, risitas y al final una sonrisa. Florecen tragos en las manos, una palabra entre sonrisas lo dice todo: ¡salud!

O quizás...

Aquella vez que estaba inmersa en la música que salía de sus audífonos. Cuando caminaba, bailando despreocupadamente. Cuando no alzo lo suficiente el pie y tropezó. Riendo en el suelo al darse cuenta de lo sucedido e imaginando que la observaban esos indiscretos mirones imaginarios.

Ella se cubre la boca, no contiene la risa pero la controla. Abre los ojos, con los que podría iluminar el mundo. La sonrisa en su rostro no desaparece pero encubre todo lo demás. Por un momento es una sonrisa que baila, que disfruta.

When you're strange. / Faces come out of the rain… "Los Doors, Gente extraña, 10 pesos"... El vendedor-bocina llega a nuestro espacio. La ve. Un par de botonazos y ahora… Close your eyes and i’ll kiss you tomorrow i’ll miss you… El vagonero se le acerca, le susurra algo sobre la canción y ella responde con una carcajada limpia y honesta. El beep vuelve a contaminar todo. Se abren las puertas y con ellas se van los Beatles. Pero ella continua allí con su blusa negra, un poco entallada, y sus pantalones de mezclilla, a la cadera. Se desamarra una chamarra café de la cintura y la viste. Antes de subir el cierre hasta arriba levanta el cuello y ve su reflejo en la puerta, toma su cabello, lo hace flotar. Por un instante juguetón se coloca una mascara; disfraz que se rompe con una sonrisa. Termina de subir la cremallera, se serena y se pone un poco más seria. La felicidad no la ha abandonado. Llegamos a la estación y ella baja.

¿Que pasó? No lo sé. No estuve allí. De nuevo el beep, se abren las puertas y bajo en mi estación. Soy feliz, la felicidad es contagiosa.

1 comentario:

Nameless dijo...

Da gusto que estes féliz pero te sientes bien. JEJE sólo es por molestar.