Obliteré mi mente, tantos años alienándome frente al televisor me dio la habilidad necesaria. No es que comparta a la chica, es sólo que decido tener una relación tan corta como dure la cita, es un proceso de rompimiento y reconciliación cada vez. Me desgasta y a veces me deja agotado pero me da felicidad, al menos por un rato eterno. Como alguien me lo recordó: no siempre tienes que quedarte con la chica.
En la plática de ese día salieron más detalles. Ella no me conoció con el cabello largo (algunos sólo me conocieron así); los primeros días en que nos tratamos yo andaba trajeado y acicalado (me encanta esta palabra); ella nunca había usado el metro y le molestaba mucho caminar, yo uso el metro on a daily basis y adoro caminar; no soy fresa (o al menos no lo era). Lo que no fallo: llevaba un libro que leía en los tiempos muertos y era callado… al menos hasta que tome confianza. Ella era muy light ahora tomo más sustancia y eso es agradable… Usa a las personas, especialmente a los hombres y estoy seguro que yo era un espécimen más para su cabina de trofeos, una presea más para su medallero. En fin entonces sólo era llenar mis espacios en blanco de la agenda.
El inicio y ahora son diferentes… aunque algunas cosas no cambian. Ambos nos preguntamos porque seguimos buscándonos, cada vez menos.
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