Hace cuatro días ella me dijo “felicitame. Bote al ruso” y casi al terminar “te quiero” y una respuesta afirmativa a la pregunta “¿ahora estas feliz?”. Un día después cuando le pregunte si la vería. La respuesta no sólo fue negativa, regresaba a Veracruz, regresaba al ruso.
Tenía que lamer mis heridas, huir de la ciudad. Logre arreglar un viaje a Atlixco, Puebla, a casa de un amigo. La salida fue lenta, muy lenta gracias al desastre del informe. El mundo se podía ir al diablo. Sólo alcanzaría al mío.
El viernes en la noche, fueron unas cervezas una plática agradable y dormir tarde. El sábado conectar las bocinas y los monitores del bar que abrirá mi amigo y su familia. Esa noche un festejo petite committe. Parece que pronto será la feria, les digo que ir a darse una vuelta puede ser muy divertido. La comida de después del desvele es una torta enorme o una tostada del mismo tamaño.
2 comentarios:
Que gacho que regresara al ruso, ni modo de todo hay que aprender y me temo que la mayoria de las veces duele.
Saludos!!!
Suele pasar cabrón, neta que si ameritas unas buenas chelas.
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