Estas últimas semanas tuve el placer de asistir por una u otra razón a casa de mis primos –del lado de mi madre.- Además de divertirme, comer y platicar me quedo la sensación de un mejor mundo. Al verlos, al ver la comunidad que han formado siento que todo es posible. Parece tan fácil compartir toda una vida. Parece que la vida es sencilla y todo lo que se necesita es un “ayudame a poner los refrescos en el hielo” o algo así para que todo funcione. Aunque están los primillos que son por lo general unos aprovechados –espero cambie con la edad- y los tíos y tías con sus rencillas e incluso el cotilleo y cuestionamiento de sus acciones todo luce tan sencillo. Algunos se han asumido como unos marginados pero creo que el marginado soy yo. Aunque me llevo bien con ellos no me siento parte integral de eso que han construido. Pero también no me siento completamente ajeno. En conclusión debo ser más bailador –deberían ver como baila Adrián-, más alivianado –Quien como Jorge-, más cariñoso –Christian-, más trabajador –Dulce-, más en control de mi vida –Áurea-, más cuidadoso –Elizabeth-, más respetuoso –Eduardo-, más inocente -Edgar-, más alerta -Llanely- y más cosas que de una u otra forma ellos y los que no mencione encarnan.
Luce tan sencillo encontrar con quien compartir toda una vida… ¿Cuánto tardare en encontrarla?
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