lunes, mayo 02, 2005

Breve explicación…

Primero, la idea detrás del titulo del blog (Mis tres neuronas…) se debe a la capacidad de procesar. Las computadoras, al menos se supone, trabajan en el nivel básico con dos valores: Si y No y son muy buenas. Mientras que mi cerebro trabaja con al menos tres valores: Si, No y Tal vez, entonces [como diría la Botellita de Jerez] soy chido.

Segundo, mi labor en El Supuesto termino. Casi todas las personas que están ahí me desterraron ahora que encontraron un buen pretexto. Para empezar no les caigo bien, tal vez no me odien pero no les agrado. Todo empezó porque yo creo que un periódico estudiantil debe ser otra cosa y lo expresaba además de cuestionar y criticar al producto y a la agrupación –nunca se ha logrado la institucionalización, ¿se aleja del peligro de la burocratización?- Entonces, dada la existencia de dos tipos de colaboradores, ellos y yo, proteste y no realice mi labor. Un ejemplo de esa dicotomía: la computadora para “hacer” cada número del periódico tiene un password para utilizar los recursos que tiene –en teoría eso evita el mal uso que se le puede dar- pero yo como Coordinador de sección no lo tenía a pesar de pedirlo de forma explicita y en repetidas ocasiones mientras que simples colaboradores sí conocen ese password. Así en palabras de un miembro del Consejo –cito como recuerdo- “no nos avisaste y eso no se hace” [¿será más exitosa una protesta si los previenes o si no lo haces?]. Esa protesta les dio el pretexto adecuado para que el consejo editorial hiciera firmar a los nuevos colaboradores –a sus amigos, un gran amigo que esta ahí no la vio hasta que se la enseñe con las firmas- una carta donde me prohíben la entrada al cubiculo [¡¿?!].

Eso me hace recordar la petición de Joaquín Sabina en su canción Noches De Boda. -Que ser valiente no salga tan caro, / que ser cobarde no valga la pena.- Así decir lo que pienso me fue contraproducente en ese proyecto. Ergo más tiempo para los demás.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay una frase de Ambrose Bierce que dice: No tomes el nombre de Dios en vano; escoge el momento en que tenga efecto. O si prefieres tu versículo biblíco favorito: no esperar que nazcan rosas si siembras en pedregal (sin hacer evidente !aun más! lo cabeza de piedras de tus compañeritos)
Digamos que a la cama le salieron clavos, y por un rato tendrás que dormir en sleeping, si quieres los amigos te pasamos nuevas sábanas…
Mientras tanto no te la tomes muy a pecho.

Anónimo dijo...

Una de las cosas más importantes que uno tiene que aprender es a saber cuando retirarse. Esto es tan importante como saber decir no.

Creo que uno de los problemas con el pasquín (Yo ya no lo veo como periódico) es que el periódico no conocía el miedo. Hasta que se lo presentaron e introdujerón vía un exdirector editorial que se los presento y un sucesor que lo encarno (léase el primero que duro seis meses). Después de eso habría de caerse en la peor clase de censura la autocensura.
Ya en serio maestro eso dejo de ser un proyecto. Lo único que no se confirma es la tesis de Karim: “A la gente le gusta la mierda.” Prueba de ello es que el jueves todavía hay números algo que no pasaba antes.

Anónimo dijo...

Ángel, una de las experiencias más reveladoras que no tuviste la oportunidad de conocer es la de afrontar con valentía la consecuencia de tus actos y no sólo tirar la piedra para luego esconder la mano. Cuando uno hace eso y de hecho tiene que dar la cara se da cuenta que es difícil juzgar a los demás. Después de tratarlo varias veces uno se da cuenta que si se tiene la suficiente autoseguridad, no es necesario criticar a traición para demostrar la hombría, así que uno deja de hacerlo. De nuevo, para alguien que no vivió la experiencia es casi imposible explicarle que la diferencia entre eso y sentir miedo. Espero que algún día lo entiendas.

Anónimo dijo...

Carlos.
Si bueno para hablar de hombría, primero tendrías que tenerla. Dejame te recuerdo que tú nunca tuviste ni el coraje ni la valentía. Para hacer algo crítico tú sólo. Cuando había que hacer el trabajo sucio siempre se lo dejabas a alguien más Veronica Macías, Karim por supuesto, yo. No recuerdo que escribieras algo crítico tú. En lugar de eso te reservabas para el cebollazo, ya se te olvido cuando aplaudiste la política de cambio en los examenes de eco. ¿Sería por quedar bien con Alejandro Hernández? Viniendo de alguien tan hombre como tú, sinceramente lo dudo. O la vez de lo de la “talla petit”. Idea original tuya, ejecución mía. Que después como buen hombrecito que eres te encargaste de divulgar que fuí yo. Por Dios que hombre eres.

Ya que estás hablando de autoseguridad. Alguna vez te has dado cuenta de tú enorme capacidad para autoafirmarte. O es que no te autoconoces un poquito.
Ya sabes lo que dicen Carlos: “Todos nos mentimos para ser felices, yo no soy distinto”. (Aunque estoy conciente de que es casi seguro que nunca lo entiendas)

Luego entonces sigue pensado que eres alguien valiente y que tiene la suficiente seguridad.

Otra cosa que recuerdo fue que en tú editorial de despedida, deseabas haberlo hecho tan bien como Pilar. No fue así. Otra cosa de la que tampoco te diste cuenta nunca.
Pilar nunca entrego a uno de los suyos. Tú sí. Eso te hace valiente, tener hombría y no conocer el miedo. Seguro que sí.
¿O más bien todo un hombrecito?